Si alguna vez has sorprendido a tu perro comiendo sus propias heces o las de otros perros, probablemente te hayas sentido confundido o preocupado.
Este comportamiento, conocido como coprofagia, es más común de lo que parece y puede ser una señal de que algo no está bien en el sistema digestivo de tu mascota.
En este artículo, exploraremos las posibles causas de la coprofagia y cómo puedes ayudar a tu perro a superar este hábito.
¿Qué es la Coprofagia?
La coprofagia es el término técnico para describir el acto de un animal de comer heces. Aunque puede parecer un comportamiento extraño o incluso asqueroso, en perros es más frecuente de lo que se podría pensar. Este comportamiento puede deberse a diversos factores, que van desde problemas en su salud hasta aspectos relacionados con la conducta canina.
A continuación te explicaré algunos, que te pueden ayudar a entender un poco más sobre el posible origen de este comportamiento en tu perro:
A) Deficiencias Nutricionales
Una de las posibles razones más comunes es la deficiencia en el aporte de nutrientes de su dieta. Si el sistema digestivo de tu perro no está recibiendo o absorbiendo los nutrientes necesarios para conservar un equilibrio nutricional adecuado, tu perro puede tratar de compensarlo al ingerir sus heces. En estos casos, la coprofagia es una señal clara de que algo no está funcionando bien en su sistema digestivo.
¿Qué hacer?
Consulta con tu médico veterinario para que analice la dieta de tu perro y asegurar que es la más adecuada para su tamaño, peso, raza y etapa de vida. El uso de suplementos, como pre y probióticos, puede ser beneficioso para mejorar la absorción de nutrientes y apoyar un sistema digestivo saludable.
B) Ansiedad y Aburrimiento
La ansiedad y el aburrimiento son factores comunes asociados a la coprofagia en los perros. Estos comportamientos pueden surgir cuando el perro se encuentra en situaciones que le generan estrés o ansiedad. Por ejemplo, cambios recientes en su entorno, como mudarse a una nueva casa, la llegada de una nueva mascota o incluso la presencia de ruidos fuertes como la pirotecnia, pueden desencadenar episodios de estrés que llevan al perro a buscar formas de aliviar su malestar.
Los dueños deben estar atentos a los signos de estrés en sus perros, como la destrucción de objetos, el exceso de ladridos o comportamientos repetitivos. La incorporación de rutinas consistentes y un espacio donde el perro se sienta seguro y relajado también puede ayudar a mitigar estos comportamientos.
¿Qué hacer?
Proporciona a tu perro juguetes interactivos, ejercicio regular y, si es posible, compañía para reducir los niveles de estrés y mantenerlo entretenido. En algunos casos, trabajar con un etólogo puede ser útil.
Consecuencias: Riesgos para la Salud
Además de ser un comportamiento desagradable, la coprofagia también puede ser peligrosa. Comer heces puede exponer a tu perro a enfermedades bacterianas, virales o parasitarias que se pueden transmitir a través de las heces. Además, este hábito también puede poner en riesgo tu salud y la de tu familia, ya que las bacterias y parásitos presentes en la saliva del perro pueden transmitirse al interactuar con él.
¿Qué hacer?
Consulta al médico veterinario para valorar su estado de salud integral; además, podrías considerar el visitar al etólogo para determinar las causas de dicha conducta.
Intenta estimular su mente con enriquecimiento ambiental con actividades como paseos, interacción con otros perros y humanos; o ejercicios y retos que pongan en marcha el cerebro del perro.
Mantén una buena higiene en las áreas donde tu perro juega y duerme, y asegúrate de limpiar las heces de inmediato.
El Rol de los Pre y Probióticos
Los pre y probióticos juegan un papel crucial en la salud intestinal de tu perro. Los probióticos son organismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, introducen nuevas bacterias beneficiosas en el tracto digestivo.
Estas bacterias ayudan a combatir microorganismos patógenos, mejoran la digestión, y refuerzan la barrera intestinal.
La combinación de pre y probióticos en la dieta de tu perro puede tener efectos positivos significativos. Por un lado, ayudan a mejorar la absorción de nutrientes esenciales al optimizar el proceso digestivo. Un intestino sano y equilibrado es menos propenso a inflamaciones y trastornos digestivos, lo que reduce la necesidad del perro de recurrir a comportamientos indeseados como el consumo de heces.
Es importante considerar que la administración de pre y probióticos debe ser constante y en las dosis adecuadas para lograr los beneficios mencionados.
¿Cómo utilizarlos efectivamente?
Considera añadir un suplemento de pre y probióticos a la dieta diaria de tu perro. Muchos dueños de perros han reportado una notable reducción en la coprofagia y una mejora general en la energía y bienestar de sus mascotas.
Conclusión:
La coprofagia es un comportamiento que puede tener múltiples causas, desde deficiencias nutricionales hasta problemas de comportamiento. Abordar este problema requiere una comprensión de las posibles causas subyacentes y la implementación de cambios en la dieta y el estilo de vida de tu perro. No dejes pasar más tiempo y toma medidas para mejorar la salud intestinal de tu perro hoy mismo.